Cuando alguien dice tiene un carácter fuerte, se refiere a varias cosas, en primer lugar el hecho de ser capaz de mostrarse de frente, de una manera mas o menos enérgica y tratando de imponer su punto de vista.Y en segundo lugar estar dispuesto a llegar a una discusión o mantener un malhumor por un tiempo prolongado. Suele haber una acentuación de la necesidad de mostrar poder,
específicamente afán de poderío. También encontramos muchas veces bastante ego,
es decir cierta vanidad y una autoimagen elevada. Secretamente la persona cree
que debe imponerse para hacerse valer; a la larga, se termina valorando a sí
misma a través de su carácter, y puede ponerse cada vez más agresiva. También
puede tratarse de personas que han sido ellas mismas humilladas o maltratadas, desde pequeños, y entonces creen que si no se “hacen valer” a través de su
carácter, tendrán problemas y por eso a veces atacan antes de
ser atacadas.
También asociado
a esto hay cierta rigidez y terquedad. La persona de “carácter fuerte” siente
miedo de examinar un asunto desde otra perspectiva, porque podría llegar a
cambiar de opinión, y ella cree que eso podría ser interpretado como debilidad;
por lo tanto acentúa más su punto de vista, llegando a veces a conductas muy
rígidas.
Y es que detrás
del carácter fuerte casi siempre se esconde poca firmeza, inseguridad, y falta
de autonomía para tomar decisiones, ya que la persona debe recurrir a su
“carácter”, o sea a su capacidad eventual de agredir, para demostrar lo que
piensa o tratar de que se haga lo que desea. Son personas que han aprendido que
en la vida todo es agresión y hostilidad, que viven en la selva, bajo el amparo
de la ley del más fuerte. La superación real del “carácter fuerte” se logra a
través de la asertividad, el ponerse en el lugar de la otra persona, que es la manera de expresarse, luchar por lo que uno
quiere, sin agredir ni amenazar, sino respetando a los demás.