El
rencor es el sentimiento persistente de resentimiento, odio , antipatía
hacia otra persona por un daño, humillación u ofensa recibido
y considerado como injusto. Por lo general nace cuando no se comprende
ni acepta la manera en que se ha comportado una persona y se cree haber
sido víctima de algún daño en particular.
Seleccionar
tu amistades y afectos cercanos es un derecho, alejarte de quienes
sientes no te comprenden o solo se comportan de manera conflictiva no es
rencor, es precisamente la medida adecuada para no generarlo. Y es que
si existe desconfianza hacia alguna persona o existen indicios claros de
que los niveles de comunicación, valores y actitudes no son saludables
entre las personas, antes de generar mayores problemas es sano seguir el
rumbo sin desearle nada malo a esas personas. Con ello se busca
la armonía interna y se evita la mayor confusión. Y es que si por
ejemplo las personas con las que se posee un conflicto no es
sincera o sabe reconocer faltas, no es posible entablar relaciones
humanas saludables. Algunas veces logran restablecerse, cuando los
valores se retoman y la honestidad fluye, pero como todo en la vida, es
un proceso.
Mucha
gente considera que si tomas tal medida eres rencoroso y no
necesariamente tiene que ver con ello. Como lo explico, tiene que ver
con el asumir la realidad que se tiene delante y si te queda claro que
la persona con la que mantuviste conflictos actúan de un
modo que solo te causa malestar, es preferible (si no mejoran las cosas,
pese al diálogo) asumir que la gente es como es y compadecerse es lo
saludable. Apartarte del camino de la persona equis no implica
vivir con rencor ni odio, es una elección y ello no quita que se
mantenga el respeto.