SINTONIZAR LA MÚSICA ADECUADA NOS PERMITE ELEGIR NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO Y PREPARARNOS EMOCIONALMENTE PARA LOS RETOS COTIDIANOS.
LA MÚSICA FORMA PARTE DE NUESTRA VIDA Y TIENE LA CAPACIDAD DE MODELAR NUESTRAS EMOCIONES. LA MÚSICA FORMA PARTE DEL ÁMBITO DOMESTICO A TRAVÉS DE CANCIONES QUE SE TRANSMITÍAN DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN Y QUE TENÍAN USOS MUY VARIADOS COMO ACOSTAR A LOS NIÑOS, CELEBRACIONES, DESPEDIDAS....... ESAS MELODÍAS NOS HAN ACOMPAÑADO SIEMPRE AL SER HUMANO.
YA EN LA PREHISTORIA, LOS CHAMANES UTILIZABAN LA MÚSICA PARA SANAR Y SOLICITAR LA PROTECCIÓN DE LA MADRE TIERRA.
TAMBIÉN ASOCIAMOS UNA PIEZA DE MÚSICA LENTA A LA TERNURA Y LA TRANQUILIDAD, EN CAMBIO UNA PIEZA RÁPIDA INDUCE A LA ALEGRÍA. LA MÚSICA CON RITMO TREPIDANTE TIENE LA CAPACIDAD DE ESTIMULARNOS Y CARGARNOS DE ENERGÍA. EN CAMBIO, LAS MELODÍAS SOSTENIDAS NOS AYUDAN A SOSEGARNOS, A PENSAR, A MANIFESTAR NUESTRO AMOR A LOS SERES QUERIDOS O TAMBIÉN A GOZAR DE LA SOCIEDAD.
