miércoles, 2 de julio de 2014

EL KARMA.

El Karma es la ley que rige a nuestra mente, por ejemplo, si cultivas patatas, crecerán patatas y no gatos o piedras. En otras palabras, toda acción tiene una consecuencia acorde a esta.Si haces daño a algún ser vivo, tarde a temprano sufrirás las consecuencias de ello y estas serán dolorosas de acuerdo al acto negativo anterior. El Karma nunca se pierde si no que queda almacenado en un nivel de conciencia que lo graba todo y al que normalmente no tenemos acceso en nuestro estado mental normal. No hay ningún Dios o poder sobrenatural que nos castiga o premia según nuestros actos, en realidad es nuestra propia mente la que crea los actos y las consecuencias, incluso el karma y la realidad en la que vivimos.
Si tu mente está llena de respeto, compasión, tolerancia y mantienes un autocontrol adecuado tanto en tu pensamiento, como en tus palabras y acciones, entonces tu vida es un paraíso. Si por el contrario, tu mente está llena de rencor, deseo, odio e ignorancia, tu vida será un reflejo de ella y pasarás por innumerables sufrimientos ahora y más adelante.
En todo este asunto estamos hablando de ciencia , no hay superstición, ni magia, ni siquiera especulación metafísica ni filosofía, cosas que personalmente ni me importan ni sirven a ningún objetivo práctico.Debemos recordar que los actos negativos son como semillas que se depositan en la mente, especialmente en un nivel de la conciencia que en el Budismo se conoce como Alaya (depósito de la conciencia), lugar donde se almacenan y procesan las memorias que formarán en el futuro tu ser y las circunstancias y hábitat en el que vivirás.

No importa lo que una persona o cualquier otro ser haga, si no se limpia la mente de estados mentales negativos y de deseos insanos, tarde o temprano estos malos pensamientos nos llevarán a realizar una acción negativa, ya sea de palabra o de acto. Estos actos crean karma negativo y nunca se pierden ya que quedan impresos a un nivel celular. Cuando estos actos negativos se repiten forman un hábito que es muy difícil de limpiar y que acaba formando los rasgos de una persona.
Para acabar decir que lo más importante sobre esto, es que tenemos que limpiar nuestra mente de pensamientos negativos.