PARA TENER PAZ DEBEMOS VIVIR DEMOSTRANDO UNA ACTITUD DE PAZ EN NUESTROS PENSAMIENTOS Y EN NUESTROS ACTOS. TENER PAZ SIGNIFICA ESTAR PLENAMENTE ENTREGADOS, CON CADA PARTE DE NUESTRO SER, A LA CREENCIA DE QUE ESO ES POSIBLE.
NOSOTROS TENEMOS QUE VER A NUESTRAS MENTES COMO JARDINES QUE DEBEN SER CULTIVADOS Y ATENDIDOS. EL JARDÍN DE AMOR Y PAZ QUE HAY EN CADA UNO DE NOSOTROS REQUIERE CONSTANTES CUIDADOS. DEBE SER REGADO CON NUESTRO AMOR. SU SOL ES NUESTRO APRECIO POR SU BELLEZA Y NUESTRA DISPOSICIÓN A COMPARTIR ESA BELLEZA CON LOS DEMÁS.
A VECES, SI NOS DESCUIDAMOS O NOS DORMIMOS, BROTAN MALAS HIERBAS DE IRA, MIEDO, CULPA ETC...., Y ESAS HIERBAS NO NOS SIRVEN PARA NADA. POR LO TANTO, EN EL INSTANTE MISMO QUE NOS DAMOS CUENTA QUE HAY UNA HIERBA MALA DEBEMOS ARRANCARLA DE INMEDIATO PARA QUE EL AMOR TENGA EL ESPACIO Y LA ATMÓSFERA QUE NECESITA.
CUANDO NOS ACORDAMOS DE NUTRIR LA TIERRA CON NUESTRO PERDÓN, NUESTROS JARDINES NOS RESULTAN HERMOSOS, ENCANTADORES Y ESPLÉNDIDOS, Y UNA BENDICIÓN PARA NOSOTROS MISMOS Y PARA LOS DEMÁS.
CULTIVAR LA TIERRA Y CULTIVAR LA PAZ Y EL AMOR SON LA MISMA COSA, SON BELLEZA PURA Y AMOR IMPREGNADO DE UNA PAZ INFINITA.
************
CANTARES
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria...
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso.
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria...
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso.
Joan Manuel Serrat