La
mayoría de las personas no tienen una respuesta fija a esta pregunta,
pero como siempre hay extremos: Por un lado están los que defienden que
todo lo que nos ocurre es obra del destino, y que por lo tanto no se
puede evitar ni cambiar, ya que estamos predestinados y por otro están
aquellos que afirman que el destino no existe, que todas las
circunstancias se pueden cambiar y podemos evitarlas, es decir, no
dependemos de él y como siempre hay un grupo de personas, en este caso
constituye el sector mayoritario, que se mantienen al margen, ya que
todo depende de las situaciones, pero ¿Qué es el destino? ¿Estamos
realmente condicionados por él? ¿Es una realidad o se trata de una
superstición?
El
destino se define como el poder sobrenatural inevitable e ineludible
que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin
no escogido de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la del libre
albedrío o libertad. Según esta definición, todo lo que nos ocurre en la
vida no se puede remediar, no podemos hacer nada para evitarlo, es
decir, en cierta medida prescindimos de la libertad para elegir lo que
queremos hacer.
A
menudo la gente que cree en este poder sobrenatural es calificada de
supersticiosa y la mayoría de ellas acuden a magos y adivinos que
afirman conocer el destino de las personas y por lo tanto dependen
totalmente de ellos ya que se crea un estado de inseguridad e intriga
por conocer que les va a ocurrir en un futuro. En cambio, la ciencia no
puede predecir los diferentes destinos de las personas ya que no existe
una base científica por la que guiarse.
Existen
numerosas respuestas y diferentes posiciones al destino, yo
personalmente creo en la existencia del destino pero creo que no se
puede predecir, es una realidad, nada ocurre por el azar y no tenemos que pensar en ello, lo que sea ya vendrá.