Levantarse cada mañana con la ilusión de encontrar ese
nuevo detalle, ese gesto, esa mirada llena de amor y entusiasmo, y
entregarlo a esa persona que amamos, y disfrutar la inmensa alegría que
con nuestros gestos obsequiamos, y recibir con el corazón abierto, con
gratitud y gozo las manifestaciones de amor que con nuestra actitud
continuamos inspirando. Despertar cada mañana con la ilusión de que cada
día es una nueva aventura, donde el amor puede y debe seguir llegando a
nuestras vidas, y mejor aun, de esa persona que hemos escogido para
compartir nuestra existencia.
¡Que hermosa lección de vida!
Entender que cada día trae consigo la bendición de una nueva
oportunidad, que podemos dejar atrás los miedos, los temores, los
rencores, el sentimiento de frustración por lo que no nos ha salido
bien, e intentarlo de nuevo. Entender que hoy tengo la oportunidad de
enamorar al universo, con mis pensamientos y mi actitud conquistar cada
pequeño escalón que me acerque a mis éxitos, al logro de mis más
hermosos y anhelados sueños, porque la debilidad que ayer descubrí en mi me permitió descubrir también alguna de mis fortalezas, y debo entonces enfocarme en esta y dejar de lamentarme por la primera, porque los errores me permitieron adquirir experiencias, porque el rechazo anterior me planteo reto para entender mejor a los demás, aprender a planificarme y ser mas creativo.