miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA SENSIBILIDAD.

 Somos sensibles cuando reaccionamos ante las personas autoritarias o injustas, en situaciones molestas, ruidos muy fuertes, temperaturas extremas, perfumes intensos, comidas, luces cegadoras y vemos cosas que otros no se dan cuenta. Si pertenecemos a este grupo de personas seria muy bueno preguntarnos el ¿por qué de ese cuerpo tan sensible?.¿Es por qué tal vez debemos ser más comprensivos o compasivos con los demás que también son sensibles.
 Todo esto da que pensar, ¿cuantos de nosotros no somos impulsivos e impacientes y a veces hasta intolerantes? Nuestra alma elige las lecciones que necesita para aprender y ser mejor y tal vez el camino que elegimos algunos no sea el mismo para todos.
 Hemos de aprender a dejarnos guiar por nuestra conciencia interior que es sabia y esto se consigue de forma gradual practicando hasta que nos sentimos seguros de nuestro propio guía interior.
 Nada ni nadie es responsable más que nosotros de todo lo que nos ocurre en esta vida. Vemos diferentes tipos de personas que recurren a muchas terapias buscando  solucionar desde fuera y tratando de eliminar sus patrones de conducta gastados que no les conducen a ningún lugar. El cambio ha de ser desde dentro, interno y no externo.
 La sensibilidad es buena y gracias a ella sentimos y vemos cosas que otras personas no son capaces de ver. Pues en vez de verlo como una carga veamos que hay una gran lección y una oportunidad de aprender en el presente el comprender a los demás, como son y ser tolerantes.