Estos
días reflexionando me he dado cuenta, que no somos tan buenos como
parecemos, ni tan malos como nos piensan; que cada uno de nosotros
tenemos una parte de ángel y otra de demonio, que gracias a eso
mantenemos el equilibrio en nuestras vidas. Que pese a todo nunca seremos lo que
la gente desea que seamos ni tan solo lo que nosotros soñamos con ser,
que somos simplemente lo que la vida nos ha enseñado o lo que en
cualquier caso hemos aprendido de ella. Con
el tiempo te das cuenta que en este mundo en el que vivimos te critican
sin motivo, te odian sin razones, y en ocasiones encuentras gente que
te lastima sin darte la más mínima explicación de porque lo hace.
Vivirás
momentos que te duelan y lastimen, lo que realmente cuenta es que esas
heridas sanaran y aprenderás a vivir con cada una de ellas.
Recordándolas comprendes que gracias a todas y cada una de esas
experiencias ya sean buenas o malas, eres lo que eres.
Mi
consejo es que esta vida es muy corta, así que no vivas pensando en lo que los
demás esperan de ti, tan sólo SE FELIZ, haciendo lo que deseas y crees
correcto. Y recuerda que el mejor truco en esta vida es simplemente UNA SONRISA.