¿A qué se debe? Es siempre interesante identificar las causas para corregir el proceso, pero en este caso la pregunta más inteligente es: ¿Qué debo hacer para aceptarme merecedor de toda manifestación de Amor y Felicidad en mi vida? Esta pregunta es una mejor opción, y su adecuada respuesta podría constituir un impulso para iniciar verdaderos cambios de superación, de aceptación, de crecimientos y éxitos en nuestras vidas.
Un claro ejemplo de lo que hoy traigo a reflexión es esa tendencia a desacreditarnos ante otras personas cada vez que recibimos palabras, gestos o manifestaciones de reconocimiento y/o halago a nuestros dones y virtudes. Expresiones como “no es para tanto”, “exageras”, “fue solo cuestión de suerte”, o en las mujeres las famosas “no soy tan linda”, “estoy horrible”, “Solo a tu me ves bien” y pare usted de contar. Mala señal enviamos al universo. No sentirnos merecedores ni siquiera de las virtudes que por Naturaleza Divina hemos recibido, muy mala elección. Y es que desde esta posición incluso saboteamos el disfrute pleno de las metas que alcanzamos o las posesiones que logramos a lo largo de la vida, y se activa otro perjudicial ciclo, el de nunca estar conformes con lo que tenemos, y “buscar” en lo que no poseemos la felicidad.
DAVID BOWIE / ABSOLUTE BEGINNERS