No tenemos que confundir la ternura con el cariño. el afecto o la dulzura, puede estar acompañada de estos sentimientos, pero no es lo mismo. Uno puede ser muy afectuoso con la otra persona, decirle palabras con mucho cariño, hacerle abrazos y caricias con mucho mimo, pero no sentir ninguna ternura. Esto pasa porque no se presta la máxima atención al otro, ni conectas con el amor del otro, ni lo aceptas tal como es, al máximo, al 100 %.
De esta manera, cuando alguien se siente profundamente comprendido y amado, sin querer ser cambiado, sin poner pegas, del corazón brota este sentimiento llamado ternura.
ED SHEERAN / THINKING OUT LOUD