Me
encuentro frente a una ventana por la que veo la vida pasar. Todo pasa a través de esta ventana en la que nunca
pensé acabar. Y miras a la vida y te preguntas en que momento has llegado hasta
aquí. Cuando empezaste a anteponer todo a tu salud física y mental. Y te das
cuenta que todo empezó antes de lo que pensabas. Que autodestruirte siempre ha
sido tu opción. Descubres que hay otra forma de vivir, esa que nunca fuiste
capaz de elegir.
Y me quedo aquí, en blanco. En ese punto y final que requiere algo más. Algo más de mi, o algo más de algo, de a saber qué. Las cosas ocurren y tu pasas. Sabes que estas errando y tu, pasas. Estas jugando con todo lo que te rodea pero tu, pasas. Así he actuado yo, o he sido yo.
Comienzo
otra vez. Suelo ser fugaz, desaparecer a menudo y volver. El ir y venir, esa
siempre he sido yo.
Ahora,
ya no estoy en esa ventana, he encontrado motivos para vivir, he sido
capaz de elegir, por eso animo a otra gente que luche y salga de esa
ventana.
Y me quedo aquí, en blanco. En ese punto y final que requiere algo más. Algo más de mi, o algo más de algo, de a saber qué. Las cosas ocurren y tu pasas. Sabes que estas errando y tu, pasas. Estas jugando con todo lo que te rodea pero tu, pasas. Así he actuado yo, o he sido yo.
Las
cosas cambian, los momentos pasan, la vida sigue ahí y yo sigo aquí delante de
esta ventana a través de la que intento encontrar algún motivo para subsistir.