martes, 29 de abril de 2014

EL SENTIMIENTO DEL ALMA.

Hay diferencia en sentir y en lo que decimos saber.
Saber lo que te han enseñado y has aprendido.
Sentir lo que no pueden enseñarte.
¿Que es sentir, si no el alma?.
Alma que con el paso de los años amarillea, como la espiga cuando madura alimentada por la tierra el agua y el sol.
Alma que como el mar embravecido, escupe sus olas estrellándolas con furia contra las rocas.
Alma que mira la belleza de un amanecer silencioso en lo alto de la cumbre, por encima de las nubes que pintan el ensangrentado cielo.
Alma que navega, como el río que transporta su agua del color de la plata, con la única esperanza de llegar a morir en la mar.
Alma con la misma quietud, sosiego y resignación del anciano, que sabe que su hora ha llegado y tiene que afrontar su propia muerte.
Alma, como el bello rostro de la golondrina cuando acude a su nido, portando el alimento a sus crías.
Alma reflejada en esa foto de ternura, aguantando entre los brazos, firme pero con suavidad y mucho amor, a ese ser que acaba de nacer.