ESCUCHAR.

Pedir opinión es de sabios, escuchar y tener en cuenta otros puntos de vista nos ayuda a poder ampliar nuestro horizonte y tomar así la mejor decisión. Siempre se ven más claras las cosas desde fuera, cuando estás tan inmerso en tu problema no sueles ver más allá de la limitación de tu posición. Nosotros somos una simple figura de ajedrez mientras que los demás pueden ver la totalidad del tablero y saber qué jugada es la mejor para evitar el jaque mate. Lamentablemente, solemos escuchar muy poco y no tenemos en cuenta aquello que nos dice la gente que nos aprecia. Eso nos conduce, a menudo, a tomar el peor camino posible. Luego, pasado un tiempo, también nosotros vemos las cosas desde la distancia y nos damos cuenta de que aquellos que nos aconsejaban tenían razón. Por eso es preferible no librar una batalla en un terreno que desconocemos y valorar todos los obstáculos que nos acecharán para saber cómo esquivarlos y proclamarnos vencedores.