lunes, 31 de julio de 2017

EL JARDÍN DE LAS EMOCIONES.

En algunos periodos de nuestra vida en los que nos sentimos especialmente sensibles y vulnerables, podemos vernos desbordados por un cóctel de sentimientos y emociones que están a flor de piel y no nos dejan ser fuertes ante cualquier situación que debamos afrontar. Esto suele ocurrir después de experimentar vivencias desagradables, momentos de tensión emocional, estrés excesivo por problemas familiares o laborales, dolor tras una ruptura, etc. Además, estos periodos suelen ir acompañados de sentimientos de culpa e inseguridad, y este hecho puede dificultar la toma de decisiones en nuestro día a día, ser asertivos con las personas que nos rodean, hacer valer nuestra forma de pensar y actuar, ser valientes a la hora de seguir un camino, y sobretodo, estos sentimientos casi siempre desencadenan en un estado de baja autoestima.
Cuanto menos nos queremos, menos valoramos aquello que hacemos y más inseguros nos sentimos ante cualquier hecho. Si no nos gusta como somos y no estamos satisfechos con nuestros logros y nuestra forma de actuar en general, terminamos creyendo que todo lo que hacemos está mal y que la culpa de las problemáticas que nos rodea recae exclusivamente sobre nuestro ser.
Nosotros somos los únicos que podemos llegar a conocernos, y si lo conseguimos, podemos aprender a autocontrolar nuestras emociones y pensamientos. Este proceso de conocimiento dura desde que tenemos uso de razón hasta que morimos, nunca dejamos de saber quien somos y quien podemos llegar a ser. Trabajar para conseguirlo día a día nos permite evolucionar y madurar nuestra persona, y por esta razón aún nos queda mucho por aprender.
 Razonar y buscar explicaciones a los hechos implica encontrar soluciones a los mismos. A la larga, todo ello significa ganar seguridad, aprender a respetarse y hacerse respetar.


 




SECRET GARDEN / BRUCE SPRINGSTEEN