Ni la tristeza, ni la desilusión, ni la incertidumbre, ni la soledad; nada me impedirá sonreir.
Ni el miedo, ni la depresión; por más que sufra mi corazón, nada me impedirá soñar.
En las tempestades y en los difíciles caminos, nada me impedirá creer en Dios.
Quiero
vivir el día de hoy como si fuese el primero, como si fuese el último,
como si fuese el único; quiero vivir el momento de ahora, como si aún
fuese temprano, como si nunca fuese tarde.
Quiero mantener el
optimismo, conservar el equilibrio, fortalecer mi esperanza, recomponer
mis energías para prosperar en mi misión y vivir alegre todos los días
de mi vida.
Quiero caminar con la seguridad de que llegaré, quiero
luchar con la seguridad de que venceré, quiero buscar con la seguridad
de que encontraré, quiero saber esperar para poder realizar los ideales
de mi ser, en fin... quiero dar lo máximo de mí para vivir intensa y
maravillosamente todos los días de mi vida... nada es más fuerte que el
deseo de vivir.