Para lograr algo debes desearlo, sentirlo dentro de ti. Es necesario tener el deseo y la motivación profunda. Pero por sobre todo debe ser COHERENTE. Es muy difícil hacer un cambio si realmente NO creemos que seremos capaces de lograrlo. En este punto nuestras creencias a nivel inconsciente son muy poderosas. Se debe invertir mucha energía para ir en contra de tus propias creencias, por lo cual primero, antes de establecer las metas a lograr es necesario saber si realmente deseas y anhelas ese cambio y si tu crees que puedes lograrlo.
Ahora bien cuando efectivamente, nuestros deseos y creencias están alineadas y son coherentes hemos avanzado un paso importante. Aquí es donde entra a jugar la fuerza de voluntad y la constancia. Conscientemente o mentalmente esta la decisión y determinación, también está la emoción que la impulsa. Pero aquí falta algo importante, el cuerpo, la parte física.
Casi todos los consejos de psicología y coaching de vida apuntan a la mente y las emociones, pero se olvidan de algo importante: La influencia de la química del cuerpo. Así es, aunque muchos no lo saben, pero el desequilibrio y el desbalances de nutrientes, aminoacidos, vitaminas y hormonas de nuestro cuerpo, pueden ser la causa y el gran saboteador de nuestras decisiones.
