También asociado a esto hay cierta rigidez y terquedad. La persona de “carácter fuerte” siente miedo de examinar un asunto desde otra perspectiva, porque podría llegar a cambiar de opinión, y ella cree que eso podría ser interpretado como debilidad; por lo tanto acentúa más su punto de vista, llegando a veces a conductas muy rígidas.
Y es que detrás del carácter fuerte casi siempre se esconde poca firmeza, inseguridad, y falta de autonomía para tomar decisiones, ya que la persona debe recurrir a su “carácter”, o sea a su capacidad eventual de agredir, para demostrar lo que piensa o tratar de que se haga lo que desea. Son personas que han aprendido que en la vida todo es agresión y hostilidad, que viven en la selva, bajo el amparo de la ley del más fuerte. La superación real del “carácter fuerte” se logra a través de la asertividad, el ponerse en el lugar de la otra persona, que es la manera de expresarse, luchar por lo que uno quiere, sin agredir ni amenazar, sino respetando a los demás.